QUÉ VER EN COTOBADE

Cuando hablo de Cotobade y qué ver en Cotobade lo estoy haciendo en realidad del ayuntamiento de Cerdedo – Cotobade, fusionado en 2018. Si ya el territorio de cada uno de estos ayuntamientos era atractivo de forma independiente, en conjunto lo es todavía más.

En mi ruta por Cerdedo-Cotobade no podía dejar de pensar cómo es posible que esa zona no sea conocida, ni visitada, con lo cerca que está de las aclamadas Rías Baixas y la cantidad de atractivos que ofrece. Porque no hablamos solamente de sendas de naturaleza, sino de miradores, iglesias románicas, conjuntos etnográficos de hórreos o molinos, calzadas romanas, castros, petroglifos…

Esta zona es una de las más bonitas para visitar fuera de ruta, especialmente en otoño. Para más ideas de sitios que visitar en Galicia en otoño, consulta este artículo.

Qué ver en Cotobade - Carballeira de San Xusto
Carballeira de San Xusto

Cotobade es un lujo. Es un diamante en bruto por descubrir y de los sitios que más me ha sorprendido en mis últimas escapadas por Galicia.

Si no lo conoces o nunca habías considerado incorporar Cotobade en tus planes de viaje, te invito a que me leas un ratito y me digas, de corazón, si no es un lujo tener esto en Galicia.

Merece la pena, te lo aseguro. ¡Adéntrate en Terras de Pontevedra, una comarca espectacular!

➣➣ Artículos generales de Galicia

Mapa de sitios que visitar en Cotobade

Seguramente se me han quedado muchos puntos en el tintero, pero en este mapa encontraréis los sitios que ver en Cotobade que a priori me parecen los que no puedes dejar atrás. Pincha aquí para ver el mapa ampliado.

Hablando de toponimia, tradicionalmente se cree que el nombre de Cotobade es un compuesto relativo al coto del abad de Tenorio. Pero nada más lejos de la realidad. Acorde al coordinador del equipo de Toponimia de la Real Academia Galega, Vicente Feijoo, el topónimo Cotobade podría tener un origen bien distinto, del que puedes leer más en esta publicación oficial.

Pueblos que ver en Cerdedo – Cotobade

Empezamos la visita a Cotobade con algunos pueblos que me han parecido fascinantes y que yo diría que hay que ver sí o sí. Los poco más de 6.000 habitantes de Cerdedo – Cotobade se reparten en un concello que tiene doble sede en San Miguel de Carballedo y en Cerdedo. Y este ayuntamiento consta, ni más ni menos que 21 parroquias.

Te hablo aquí de algunos pueblos, pero hay muchos más que tendrían que pasar a formar parte de mis lista de pueblos más bonitos de Galicia.

Cuspedriños

Está divido en dos zonas, una que solamente tiene casas y la otra que es donde están la iglesia del Carmen y los pendellos, un elemento etnográfico típico de Galicia vinculado a los mercados de antaño.

Recientemente han recuperado su fiesta, que celebra y rinde homenaje a estos mercados que hasta los años 70 eran uno de los motores económicos de la zona de Cotobade.

Cuspedriños
Cuspedriños

Castro do Medio

Poco más de 100 habitantes se reparten en 4 aldeas: Bugarín, Castro do Cabo, Castro do Medio y Filgueira. No pude visitarlas todas, pero anímate al menos a pasar por Castro do Medio para trasladarte unos años atrás entre casas de piedra y hórreos.

Pedre

Pedre destaca por muchas razones: por las casas abalconadas de la vía principal y su cuidada decoración. También por su iglesia, San Esteban de Pedre, construida entre los siglos XVII y XIX.

Para los que buscan emociones, se puede seguir la ruta que guía hacia los petroglifos aunque sin duda, la estrella de Pedre son sus hórreos o canastros (de los que te hablo más abajo).

Qué ver en Cotobade: Eira Grande de Pedre
Eira grande de Pedre
Casas de Pedre, Cerdedo - Cotobade
Casas de Pedre

La aldea fantasma de Vichocuntín

Para llegar a Vichocuntín hay un desvío específico que parece el desvío a un mundo paralelo, a un pequeño pueblo fantasma que deja testimonio de lo que fue. Destacan el cruceiro y el peto de ánimas.

¿Qué es un peto de ánimas? Es un pequeño santuario ubicado en un camino iglesia o cruceiro, tradicional de Galicia y con la intención de rendir culto a los muertos y a las almas (ánimas).

Vichocuntín - Cotobade
Casa abandonada, Vichocuntín

Más allá de las casas abandonadas de la carretera y para los más aventureros, uno puede adentrarse por pistas forestales y un camino empedrado hasta alcanzar la antigua aldea de Vichocuntín (siglos XVIII – XX), la auténtica aldea fantasma, por donde pasaba el primitivo camino que recorría el Valle del río Lérez.

Si te animas, podrás caminar entre casas abandonadas en un lugar anclado en el pasado. Eso sí, cuidado, que las casas podrían derrumbarse.

Serrapio, un pueblo que ver en Cotobade

Otra pequeña aldea, enclavada en torno a una pequeña colina coronada por la Capilla de San Lorenzo, de estilo barroco y las estaciones que quedan de un antiguo viacrucis. Desde el alto, un palomar, un rectoral y los restos de lo que pudo ser y no fue.

Serrapio (cerdedo - cotobade)
Imagen de Serrapio con la capilla en lo alto

Entre Serrapio y Pedre hay una ruta de unos 2 kilómetros que merece la pena y que puedes ver aquí. Lo mejor de la ruta es que se atraviesa la antigua calzada y puente romanos de los que te hablo más abajo.

Cerdedo, sede municipal

Cerdedo es uno de los núcleos principales del ayuntamiento de Cerdedo – Cotobade y donde se ubica una de las sedes de este. Merece la pena visitarlo porque cuenta con varios atractivos:

  • La Eira da Pena, de la que hablo más abajo.
  • Iglesia de San Xoan de Cerdedo, con estilo neoclásico y fachada barroca (siglo XVIII). Destaca en especial el cruceiro al frente de la iglesia y la plaza lateral con la casa rectoral.
  • Conjunto etnográfico de San Antón: Formado por un cruceiro y una pequeña capilla dedicada a San Antón, emplazados en el paso de una antigua calzada romana y un puente del siglo XIII.
Iglesia de San Xoan de Cerdedo
Iglesia de Cerdedo
Capilla San Antón, Cerdedo
Capilla San Antón, Cerdedo

Iglesias y ermitas de Cotobade

Hay muchas iglesias que ver en Cotobade. He contado más de 45 entre iglesias, capillas y ermitas, por lo que si quieres visitarlas todas necesitarás tiempo. Hay muestras de estilo románico, barroco y también neoclásico.

Aparte de las ya mencionadas en los pueblos anteriores, merece la pena visitar también estas que cito a continuación:

Ermita de Nosa Señora de Lixó

Esta ermita se encuentra en medio del bosque y parece un lugar de cuento. Un desvío perfecto para combinar con la ruta de los petroglifos de Fentáns.

Ermita de Nosa Señora de Lixó, Cotobade

Capilla de San Xusto

Custodiada por una espectacular carballeira (un robledal) con árboles centenarios, esta capilla se ubica en un recinto del que también forma parte un espectacular cruceiro.

Los días 5 y 6 de agosto se celebra en este lugar una romería que rinde culto a los santos Pastor y Xusto. Antiguamente, era un lugar de peregrinaje al que llevaba a los santos de procesión por la parroquia y donde algunos se ofrecían portando ataúdes.

La nave de la capilla es del siglo XVIII, aunque el presbiterio cubierto es del siglo XV o XVI.

Qué ver en Cotobade: Capela de San Xusto
Capilla de San Xusto

San Xurxo de Sacos

Esta iglesia presenta una planta de cruz latina y es de estilo románico. Conviene destacar el cementerio frente a la iglesia y el reloj de 1931 en la parte alta de la fachada.

Santa María de Sacos

Muy cercana a las anterior (apenas 5 minutos en coche) se puede visitar también otra iglesia románica, de finales del siglo XII. No te pierdas los canecillos de la fachada. Uno de ellos es un acróbata, otro un hombre con las manos en los genitales.

Santa María de Sacos, Cotobade
Santa María de Sacos

Iglesia de Santa María de Augasantas

Otro de los imprescindibles de Cotobade es esta iglesia.

Aquí nació el maestro cantero José Cerviño García (reconocido especialmente por el cruceiro de O Hío) y es donde está enterrado su cuerpo. El templo, también considerado santuario, es conocido por sus aguas con supuestas propiedades milagrosas. De ahí el nombre de Augasantas.

Acorde a la leyenda, durante la Edad Media había un ciega que iba a misa acompañada de un familiar. Paró a lavarse la cara en una fuente y, milagro, recuperó la vista. Al comenzar a ver y atraída por un presentimiento, empezó a buscar entre los matorrales y halló una imagen de la virgen. El resto… ¡ya es historia!

Iglesia de San Miguel de Carballedo

La iglesia de San Miguel de Carballedo es de las más importantes que ver en Cotobade, del periodo del barroco tardío. La torre central tiene a sus laterales dos pináculos y muestra una imagen de San Miguel y un reloj. El entorno es precioso, especialmente con la luz de tarde sobre los campos verdes que la rodean.

El cruceiro a un lateral de la iglesia destaca por sus esculturas de la parte baja, que parecen representar las figuras de Adán y Eva.

Qué ver en Cotobade: San Miguel de Carballedo
San Miguel de Carballedo

El paso de los romanos por Cotobade

Una antigua calzada romana dirigía a los peregrinos a Santiago, atravesando lo que ahora es Cotobade. Prueba de ello son la calzada de Cerdedo de la que hablaba arriba y también la calzada y el puente de Pedre.

La forma más rápida de llegar es desde Serrapio, aunque el trayecto completo es de 1,7 kilómetros. El puente se reconstruyó en el siglo XIV.

Qué ver en Cerdedo - Cotobade
Antigua calzada romana
Cotobade: Puente romano de Pedre
Puente romano de Pedre

Qué ver en Cotobade: El observatorio

El observatorio astronómico de Cotobade fue inaugurado en 2011 y está gestionado por la Asociación Astronómica Sirio de Pontevedra. Es uno de los tres que existen en Galicia, junto al de Forcarei y el recién inaugurado observatorio de A Veiga

Se pueden realizar visitas guiadas gratuitas, que puedes reservar previamente a través de su página web.

Observatorio de Cotobade
Observatorio de Cotobade

Qué ver en Cotobade: Eiras y hórreos

Para hablar de conjuntos de hórreos es necesario conocer el significado de la palabra gallega eira.

¿Qué es una eira? Es un terreno cerca de la casa donde se trillaban los cereales, se tiraban a secar las verduras, etc.

Las eiras, por consiguiente, contaban muchas veces con hórreos en los que almacenar los cereales. Es por ello que a veces a los conjuntos de hórreos se les denomina eiras.

Los hórreos también se llaman canastros o cabaceiros. Al final, en definitiva, en las aldeas todo estaba relacionado con el ciclo del pan. La razón de poner los tantos hórreos en la eira era porque muchas veces las casas estaban muy juntas y no tenían finca anexa. Por ello, los hórreos se colocaban en estas eiras comunales para el uso de los vecinos.

Eira Grande (Pedre)

En la Eira Grande de Pedre, uno de los conjuntos de patrimonio etnográfico más importantes de Cotobade, los hórreos están construidos de madera y piedra. Son total de 12 hórreos rehabilitados custodiados por un cruceiro de piedra.

Eira da Pena (Cerdedo)

Este conjunto lo componen 9 hórreos rodeados de campos de cultivo y separados del núcleo poblacional.

Eira de la Virgen de los Remedios

Quizás el que a mí me resultó más impactante, por su estado de conservación y el emplazamiento al lado de la capilla de la Virgen de los Remedios. Son 12 los hórreos de este conjunto que es un imprescindible que ver en Cotobade, de eso no me cabe duda.

Capilla Virgen de los Remedios
Capilla Virgen de los Remedios
Eira de la Virgen de los Remedios, Cerdedo - Cotobade
Eira de la Virgen de los Remedios

Si te gustan los conjuntos de hórreos echa un vistazo a otros que menciono en este artículo de qué visitar en Galicia.

Miradores inolvidables

Si algo hay que ver en Cotobade son las postales que deja el paisaje, donde las montañas, las puestas de sol y la niebla se funden y confunden con el mar, de fondo.

Una serie de miradores, a cada cual más impactante salpican el territorio de Cerdedo y Cotobade. No te los pierdas, porque merecen la pena.

Miradores Cotobade
Vistas del mar desde la zona alta de Cotobade

Miradores en la Montaña Mágica

Así es como se conoce esta sierra, la Serra do Cando, debido a los poderes mágicos que se le atribuyen (sólo comparables a los del Monte Pindo), lo cual se suma al hecho de que está repleta de numerosos restos arqueológicos de gran valor, muchos de ellos de la prehistoria. Esta sierra se extiende por los municipios de Cerdedo – Cotobade, Forcarei, A Lama y Beariz.

Te recomiendo dedicarle tiempo y perderte entre senderos, leyendas y restos de rituales, donde tus únicos compañeros, probablemente, sean los molinos de viento y el propio viento que los mece.

  • Mirador do Outeiro do Coto: El punto más alto de la sierra.
  • Mirador do Alto do Seixo, donde se encuentra una cruz de piedra.
  • Marco do Vento: Seis metros de alto donde confluyen las fuerzas del universo.
  • Porta do Alén: La puerta «al más allá», al mundo de los muertos, como relata Rodrigo Cota en este artículo. Una apertura de piedra a otra dimensión en medio de la Montaña Mágica que también sirvió de inspiración para la novela de Manuel Loureiro: La puerta. Un thriller al más puro estilo conocido en estos días como Galicia Noir.
  • Capilla y Mirador de Santa Mariña.
  • Mirador de las Tres Rías: Desde donde se disfrutan las vistas de la ría de Vigo, la de Pontevedra y la de Arousa (si el tiempo acompaña).

Mirador Monte Coirego

Otro lugar para disfrutar de los sitios que ver en Cotobade: El Monte Coirego, cercano al observatorio astronómico y que, si el día está despejado, deja vistas excelentes al Océano Atlántico.

Petroglifos y joyas de arte rupestre

Si pensabas que ya estaba todo dicho sobre Cotobade y ya había suficientes lugares que ver, la cosa no queda aquí. Como bien sabes en la antigüedad no había fronteras ni territorios definidos. Así, en Cotobade encontrarás mámoas, castros y también petroglifos.

Al lado de Cerdedo – Cotobade, el ayuntamiento vecino de Campo Lameiro se consagra como capital rupestre, con algunos de los petroglifos más importantes y mejor conservados de Galicia, pero Cerdedo – Cotobade también presume de una amplia muestra.

Campo Lameiro es, de hecho, un buen lugar para comenzar la rua de petroglifos. Esto es, no solamente el legado que allí se conserva, sino porque el Parque Arqueológico de Arte Rupestre, cuenta además con un museo interactivo y varias proyecciones que ayudan a comprender la forma de vida de los habitantes de la prehistoria.

Petroglifos Campo Lameiro
Petroglifos Campo Lameiro

Una vez comprendido el contexto, pasamos a Cotobade, donde destacan varias zonas dispersas con petroglifos de alto valor arqueológico y que dejan constancia de la existencia de asentamientos prehistóricos.

Petroglifos de Fentáns

Son los más conocidos en Cerdedo – Cotobade y se han contado más de 300 grabados en piedra. Los más significativos están en la Pedra das Ferraduras, Laxe dos Cebros y Couto do Rapadoiro.

Es importante tener en cuenta que para visitar estos petroglifos de Fentáns hay que caminar. Existen diversas rutas pero aquí puedes seguir los pasos de la más completa que he encontrado.

Petroglifos de Viascón

Los petroglifos de Viascón son otra buena muestra del arte rupestre en Cotobade. Destacan los que se encuentran en la Pedra do Lombo da Costa, los de Laxe do Cuco y  Portela da Laxe.

Además de los ya mencionados, están los petroglifos de Outeiro do Lombo da Costa (de los que se dice que son la muestra de mayor envergadura) muy cerca de la iglesia de San Xurxo, así como los de Cernadelo. Puedes ver la ruta con indicaciones en este enlace.

Los primeros no los visité y los segundos no los encontré, a pesar de que había una señal, pero a partir de la cual no supe seguir el rastro por no tener wikiloc conmigo.

Otros rincones de Cerdedo – Cotobade

Qué ver en Cotobade: Otro patrimonio

Es imposible relatar aquí todos los atractivos de Cotobade (y Cerdedo), pero además de iglesias y hórreos, el patrimonio arquitectónico y etnográfico es riquísimo, donde destacan puentes, molinos, palomares, pazos y casas señoriales.

QUÉ VER EN COTOBADE

Qué ver en Cotobade: Baños de San Xusto

A orillas del Lérez, estas aguas termales han sido utilizadas desde que se tiene recuerdo. De las bañeras originales, construidas en el siglo XIX y el balneario de 1914 apenas se conserva nada.

En la actualidad el lugar está siendo sometido a una rehabilitación y obras de mejora para convertir la antigua central en un nuevo balneario.

Qué ver en Cotobade: Campo das Laudas

A cargo de la asociación cultural Capitán Gosende (que promueve la conservación y rehabilitación del patrimonio y naturaleza del ayuntamiento) el Campo das Laudas se alza como uno de los sitios más raros de Cotobade.

El Campo das Laudas, emplazado en Meilide, es un campo donde los monolitos se hacen eco de las vidas de personajes que se merecen un hueco en la memoria histórica.

Campo das Laudas, Cerdedo - Cotobade
Campo das Laudas

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NOTA: Este artículo forma parte de la campaña Adéntrate en Terras de Pontevedra, la comarca en la que se encuentra el municipio del que hablo. Puedes leer más sobre el destino en su web.

Aquí finaliza este particular recorrido por el territorio de Cotobade, o Cerdedo – Cotobade. Este ayuntamiento, oculto en el interior de Pontevedra, es uno de los grandes secretos de la provincia. ¡No te lo pierdas!

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2 comentarios en «QUÉ VER EN COTOBADE»

  1. No tocante á descuberta e divulgación do acervo mitolóxico do monte do Seixo e ao desenvolvemento do Proxecto Montaña Máxica, cuxo artífice é o escritor Calros Solla (colectivo Capitán Gosende), recoméndolles a lectura de «Monte do Seixo. O santuario perdido dos celtas» (2008) (Ed. Morgante, 2021 (2ª edición)), libro no que se recollen os mitos, as lendas e as ritualidades vencelladas á montaña e, en concreto, a Portalén, sen outro obxectivo que preservar respectuosamente o legado tradicional. O Proxecto Montaña Máxica baséase nun exhaustivo traballo de campo desenvolvido a finais da década dos 90, e a divulgación dos seus valores culturais e medioambientais (publicacións, roteiros guiados…) só persegue a dignificación do monte do Seixo, convertido en 2000 nun horrendo parque eólico. Moitas grazas.

    Responder
    • Estimada Aurora,
      Moitas grazas polo teu comentario, tomo boa nota da lectura que recomendas e agardo con ganas voltar pola zona trala lectura. Quedo, de verdade, moi agradecida polo tempo que tomaches na explicación. E si, concordo en que os eólicos é unha das pragas do noso tempo…
      Un saúdo,
      Eva

      Responder

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