Dónde dormir y comer en Hamburgo: Los mejores restaurantes
Gracias al famoso Oktoberfest o a que las parodias que se hacen de los alemanes incluyen demasiado la palabra cerveza o salchicha, Alemania se ha ganado la fama de país de cerveza, salchichas y bretzel. Y, aunque no va tan desencaminado, pues efectivamente estos tres elementos abundan y son ampliamente consumidos por locales y turistas, la cultura culinaria alemana va mucho más allá, y en una ciudad cosmopolita como Hamburgo, hay opciones para todos los gustos. ¿Nos acompañas a comer?
Dónde comer en Hamburgo: Sobre la marcha: Comida rápida al más puro estilo germano
Una de las cosas buenas de hacer turismo por Alemania es, precisamente, la posibilidad de comer en cualquier parte sobre la marcha y, no necesariamente, hamburguesas. Por todas las ciudades y pueblos que he pisado hasta ahora, abundan los llamados Imbiss, pequeños puestos de comida e incluso locales, donde uno puede comer algo rápido como…adivina…¡salchichas! Y por supuesto, chucrut, mucho chucrut. Y en Hamburgo, además, pescado, mucho pescado, hasta en bocadillo o, como has de pedirlo allí, Fischbrötchen.
Otra de las posibilidades que ya se pueden encontrar en todo el mundo, pero que aquí es especial, es el Döner. Y es que Alemania y Turquía se disputan la invención de este trascendente plato. Los alemanes aseguran que nació en Berlín, concretamente en 1972, y que fue Kadir Nurman –inmigrante turco que vino con la ola de inmigración que contribuyó a la reconstrucción económica de Alemania tras la II Guerra Mundial, fase apodada como El milagro alemán– a quien se le ocurrió por primera vez la feliz idea de meter la especiada carne con algo de ensalada y tzatziki –salsa de yogurt, pepino y ajo– en un Fladenbrot, que no es pan de pita, sino esta delicia:
Y, por supuesto, se pueden encontrar cantidades enormes y variadas de comida rápida, e incluso elaborada y tradicional, en los cientos de puestos de comida que pueblan la ciudad de Hamburgo cada vez que se viste de fiesta, algo que sucede prácticamente cada mes desde que empieza la primavera, y es que Alemania es muy dada a celebrar el sol. Ejemplos de ello son la tradicional Tanzender Mai o “mayo bailongo”, fiesta en la que se saluda la llegada de mayo y de la primavera bailando y, por supuesto, comiendo. O el Hafensgeburtstag, la celebración anual del “cumpleaños” del puerto de Hamburgo, que también se hace, entre otras cosas, comiendo.
Dónde comer en Hamburgo: Para deleitarse: Los restaurantes más in de Hamburgo
Comer rápido haciendo turismo está bien, pero entre tanto caminar y ver, también se agradece sentarse a una buena mesa y mimarse con algo elaborado, y eso es algo que en esta moderna ciudad se puede hacer con mucho estilo.
Y una de las mejores zonas para ello es la Hafencity, situada en la Speicherstadt o “ciudad almacén” donde se descargaba y almacenaba antiguamente la mercancía de los barcos que llegaban al puerto de Hamburgo. Este proyecto urbanístico lleva unos años –y los que quedan aún– haciendo crecer y transformando esta zona con modernos edificios como la controvertida Filarmónica del Elba –los gastos de construcción fueron un continuo “suma y sigue”–, hoteles cosmopolitas, viviendas y restaurantes como el Brook, un local con un ambiente muy íntimo, exquisita decoración y, por supuesto, una cocina para despertar y ensalzar cada uno de los sentidos.
Apenas salimos de la Hafencity en sentido contrario al Elba nos adentramos en el célebre barrio rojo de Hamburgo, la gentrificada zona de St. Pauli. Y es que, con el tiempo, y a base de reformas e inauguraciones de locales modernos y cosmopolitas, se ha conseguido transformar la decadencia en moda y sofisticación, cambiando no solo su aspecto físico, sino también el público al que atrae.
Un ejemplo perfecto de esta gentrificación es el restaurante Hæbel, de cocina contemporánea franco-nórdica, que se ha puesto tan de moda en la ciudad, que reservar con antelación es absolutamente imprescindible. Y no solo porque todo el mundo quiere probarlo, sino porque es un local pequeño con pocas mesas que comparten espacio con una cocina abierta en la que podemos ver al chef preparando nuestra exquisita comida.
Y, alejándonos un poco más hacia el centro y al otro gran elemento acuoso de Hamburgo, el lago Alster, tenemos otra de las estrellas culinarias de moda, el Basil & Mars, un lugar en el que, como dicen sus emprendedores propietarios, “sentirse bien cada día con tu comida favorita en la mesa”. Y, aunque me cuesta tener una comida favorita porque la disfruto casi toda, he de decir que así me sentí yo en este agradable restaurante, con un personal de lo más simpático y atento.
Dónde dormir en Hamburgo: Alojarse en la Hafencity: Hotel Empire Riverside
Llegas a Hamburgo, todavía no lo conoces, pero aún puedes esperar un poco para hacerlo. La meta final por ahora es el hotel y, probablemente, descansar un poco antes de empezar la aventura. Sea cual sea el medio de transporte para llegar hasta allí, por el camino se va dibujando la ciudad ante tus ojos y tu impresión sobre ella se va formando.
Reservar alojamiento en Hamburgo
Llegas al hotel, por fin, al Empire Riverside. Está en el lugar perfecto, en el que más te ha llamado la atención mientras indagabas sobre la ciudad: el Puerto.
Planta sexta, al fondo, por un gran ventanal puedes ver el puerto y la ilusión por descubrirlo va creciendo a medida que te acercas a tu habitación. Una alfombra roja y un largo pasillo te reciben como a una celebrity.
Detallitos sobre la cama: ya sientes la bienvenida y los “mimos”.
Habitación amplia, abundante mobiliario que te hace sentir un poco más “en casa”. Entras al baño, amplio, luminoso y con una bienvenida más: ¡un kit de supervivencia!
Se han adelantado a tus pensamientos y te preparado han algunas de las cosas que, según su experiencia, podrías necesitar para sobrevivir a esta parte de la ciudad bañada por el grandioso Elba:
-Unas toallitas para las manos, porque a saber qué acabas tocando
-Un quitamanchas, por si no has utilizado las toallitas y lo que has tocado acaba en la camisa
-Un limpiador de zapatos para lucirte bien por la Reeperbahn o barrio rojo de Hamburgo
-Hilo dental y chicles por si la cosa se anima
-Y una protección con marca “amor” y verde esperanza por si al final triunfas ;-)
No te queda otra que salir a explorar y todo lo que estás buscando y más, lo tienes a dos pasos de tu “hogar” provisional. ¡Que lo disfrutes!
Si además de dormir y comer en Hamburgo, planeas visitar la ciudad, no te pierdas este otro artículo donde te contamos las mejores actividades para hacer en Hamburgo
Nota: La foto de portada y la de Imbiss son de Shutterstock.
Mi mantra es “La vida comienza al final de tu zona de confort”, así que me reto a vivir desafiando cuerpo y mente cada día. Me apasionan los idiomas porque soy viajera empedernida, me fascinan y practico la fotografía y el diseño gráfico como formas de expresión, y me aventuro a menudo en los deportes de riesgo porque amplían mi visión de la realidad. Confundadora de imatrad.com, donde existimos por y para los idiomas