Última actualización 02/05/2022 por Eva Abal
India: 15 días en Rajastán
Días 7 y 8: Udaipur y la celebración de Krishna
El camino entre Jodhpur y Udaipur es largo, pero bastante diferente a los paisajes a los que nos tenían acostumbrados los días anteriores en Rajastán.
Las primeras horas todavía se veía un paisaje desértico, pero a medida que nos acercábamos a Ranakpur podíamos notar un aire más fresco y empezamos a encontrarnos rodeados de colinas verdes y una vegetación muy frondosa.
El templo jainista de Ranakpur
Este templo es el templo más grande de los templos jainistas del mundo. Es una verdadera obra de arte que a mano de 1200 artesanos tardó más de 50 años en construirse. Cada una de sus más de 1000 columnas es distinta a la anterior y particularmente me pareció una obra maestra.
La entrada tiene un precio bastante alto, 250 rupias, e incluye audioguía. Si queréis sacar fotos dentro hay que pagar otras 100 rupias. Nosotros pasamos de pagar más, porque los precios de los monumentos en India para los turistas (ya que ellos pagan una décima parte) nos parecen abrasivos en comparación con lo que pagamos por dormir y comer.
En los alrededores del templo hay muchísimos monos langur, con la cara negra y rabos larguísimos que nunca antes había visto. Son muy divertidos y simpáticos.
Llegada a Udaipur y celebración de Krishna
Cuando llegamos a Udaipur nos enteramos de que ese día y el día siguiente tenía lugar el festival que conmemoraba el nacimiento de Krishna y esa misma noche había celebración (5 de Septiembre), así que decidimos asistir.
Después de dejar las mochilas en el alojamiento, donde pagamos 300 rupias por una habitación para los 3, nos dirigimos al lago a ver la puesta de sol. La vista es linda y realmente Udaipur parece una ciudad majestuosa en muy buen estado de conservación.
Las callejuelas en los alrededores del lago tienen portales de casas que están llenos de preciosos murales. Si Udaipur es famosa por algo es precisamente por la cantidad de artesanos que allí viven. Hay muchas tienditas de antigüedades y pinturas de las que tuve que escapar para no dejar todo mi dinero, porque hay cosas realmente preciosas.
Paramos a cenar en un pequeño restaurante que tenía vistas al lago, un sitio que se convirtió en nuestro habitual durante los días en Udaipur, por la amabilidad del dueño, los buenos precios y la música… Por la cena de todos pagamos 510 rupias.
Ya se había hecho de noche y decidimos pasar por el templo a ver cómo era lo de la celebración. Había colas tremendas en el acceso a las escaleras, pero una vez dentro conseguimos hacer la misma ruta que hacían los locales dentro del templo, dejando ofrendas y saludando al dios Krishna.
A la salida del templo, pero todavía dentro del recinto, nos sentamos a ver los bailes tradicionales con música en directo. Fue una experiencia muy interesante, sobre todo porque apenas encontramos turistas allí y ver bailar a las mujeres enfrente a los músicos, cubiertas con el velo tradicional hindú me resultó fascinante.
A la salida volvimos hacia el lago a tomar un poco el fresco antes de dormir. Es gracioso porque a medida que la noche avanza y las calles se van vaciando, las vacas que por el día están medio ocultas empiezan a aparecer por todos lados como de la nada y a circular en libertad. Por muchas vacas que veas aquí y allá uno no acaba de acostumbrarse a esa extraña realidad. Otra de nuestras realidades que empezaba a convertirse en rutina era entablar conversación con extraños que se acercaban curiosos a sacarse fotos con nosotros. Ruper terminó la noche con 7 nuevas solicitudes de amistad en Facebook, jaja.
Visitando Udaipur y la segunda parte de la celebración de Krishna
Al día siguiente nos levantamos prontito y fuimos a desayunar a nuestro ‘sitio de siempre’.
Después caminamos hasta la entrada del City Palace. Dentro del recinto hay un par de hoteles lujosos que son visitables, una exhibición de coches antiguos, así como el City Palace en sí mismo, y las opciones de entrada son variadas. Si queréis gastar poco, hay un Complex Pass que por 30 rupias os da acceso a todos los exteriores, pero no os permite entrar al palacio. Es la que compramos nosotros. Si queréis entrar al palacio tendréis que pagar 250 rupias a mayores (precio en Septiembre de 2015).
Al final de los jardines de palacio, ya fuera del recinto, se puede seguir el paseo al lado del lago hasta llegar a los pies de una colina famosa por sus vistas, a la que se puede subir hasta arriba en teleférico por 81 rupias (viaje de ida y vuelta). Desde mi punto de vista merece mucho la pena, las vistas de los 3 lagos son increíbles desde arriba.
También en la parte alta pedimos para comer. Los precios no eran caros pero la comida picaba muchísimo y no pudimos terminarla…
Tomamos el teleférico de bajada y desde ahí, por 130 rupias, un tuk tuk hasta la Clock Tower. Todas las calles de los alrededores son gremiales. Se empieza con joyas, luego bolsos y zapatos de cuero, bisutería, especias… La pena es que al ser domingo la gran mayoría de las tienditas estaban cerradas… Pero nos dimos un buen paseo y nos adentramos por callejuelas donde seguía habiendo muralitos preciosos (soy muy fan) y gente que nos saludaba, se sacaba fotos con nosotros o simplemente querían curiosear sobre nuestras vidas.
A eso de las 6 volvimos hacia la zona del templo. Seguía la celebración del nacimiento de Krishna y era el día grande. En la plaza enfrente al templo ya habían empezado las danzas y la multitud empezaba a agolparse. Y cada vez más y más gente. Y no bromeo, llegó un punto que nos tuvimos que ir, porque casi estábamos asfixiados.
Sin embargo, mereció la pena quedarse un rato porque una de las mejores partes de la celebración es la de los castillos humanos. A unos 20 metros del suelo hay una cuerda de la que cuelga una bola con 51000 rupias en su interior. 11 equipos de chicos intentan, por orden, construir un castillo humano para alcanzar la bola. El primer equipo que la coja se hace con el premio. El orden de participación se sortea previamente. Si ningún equipo consigue la bola, entonces bajan la cuerda un metro y se vuelve a empezar otra ronda de participación. Y así durante 2-3 horas hasta que haya un ganador.
En el medio de las masas de gente conocimos a Bubi y Veer, dos chicos indios majísimos con los que después del concurso pasamos un rato muy agradable paseando y escuchando explicaciones sobre el festival. ¿Cómo creéis si no que iba a saber yo todos estos datos sobre el funcionamiento del concurso? Además, descubrimos que Veer era modelo (doy fé, porque el chico era guapísimo). Llevábamos solamente unos días en India pero ya nos codeábamos con famosos :D
Ahora fuera bromas las historias que nos contaron fueron muy interesantes. Por ejemplo, yo no sabía que Aditya Agarwal, un jugador de póker súper famoso de india, había trabajado en Facebook y es ahora uno de los jefes de Dropbox. Ya veis, aquí se habla de Belén Esteban y allí de gente interesante de verdad…
En fin, que se acababa el tiempo en Udaipur. ¡Pushkar nos esperaba! :)
Nota: Este post tiene contenido publicitario, pero las experiencias son propias y no han sido coaccionadas en modo alguno.
Desde 2012 escribo este blog de viajes que se basa en mis propias experiencias. Aunque he viajado por medio mundo, hay destinos con los que estoy casi obsesionada y en los que prácticamente he centrado este blog: Galicia (mi tierra natal), Polinesia, Grecia, Argentina, Namibia y Chile. Hablo de estos lugares con conocimiento profundo y rigor, mostrándolos siempre desde la realidad sin edulcorar y el respeto.
Aunque soy Ingeniera Superior de Telecomunicaciones, no ejerzo desde 2018, momento en el que centré mi trabajo en la escritura de viajes. Soy una persona con muchas inquietudes, por lo que además de escribir este blog, también lo he hecho para revistas como Condé Nast Traveler o el blog de IATI Seguros. En estos años he participado con una sección de viajes en Quen Anda Aí de la Televisión de Galicia y como ponente en diversos eventos, como la V edición de Fairway, el Foro del Camino de Santiago.
En 2020 fui finalista a Mejor Blog Revelación en los Premios IATI y me han entrevistado en múltiples ocasiones, como en este reportaje de mujeres viajeras de El Diario o este otro de La Voz de Galicia que se centra en mi viaje de vuelta al mundo.
Aquí puedes leer más sobre mí, así como consultar mi portfolio y mi media kit.
Jajaja muy buenas reflexiones y fotos en general: Langur en moto, Ranakpur trampa para turistas, Castellers en la India, agobios en celebracion india, jugadores de poker reconvertidos a magnates de Silicon Valley (no como Belen Esteban)… Nosotros no subimos a la colina (eran los ultimos dias y estabamos cansadisimos) y el City Palace por dentro tenia alguna cosa interesante pero realmente no nos apasiono. Udaipur me parece que es una de las ciudades mas distintas de Rajastan, desde luego la mas limpia y refrescante!
Es verdad, limpia y refrescante es la palabra :D jaja. Qué ganas me dan de volver!