Cómo viajar sola: Consejos y recomendaciones en primera persona. Te cuento los pros y contras, las cosas a tener en cuenta, las previsiones que implica viajar sola siendo mujer y también todo lo bonito de esa aventura que te llevará a descubrir cosas increíbles sobre ti misma que seguro que no conocías. ¿Me acompañas?
Aunque para muchas mujeres como yo y tal vez como tú, viajar sola es una forma de viajar como otra cualquiera, lo cierto es que sigue siendo un acto de valentía y despertando mucho interés entre otras chicas que tal vez sienten temor a dar ese paso.
Aún estando en el siglo XXI, aún creciendo en sociedades cada vez más igualitarias y donde las mujeres somos, a todos los efectos, iguales que los hombres, el hecho de viajar sola puede convertirse en un auténtico reto.
Para ser honesta, en mi caso jamás he sentido miedo por el hecho de ir sola a la aventura (tal vez por eso que dicen de que uno es más valiente cuando desconoce los peligros), pero también es verdad que soy una persona, mujer, muy precavida. Allá donde viajo sola lo hago con ciertas precauciones (luego te hablaré de ello) y siempre trato de informarme de cómo son los destinos a los que viajo para las mujeres.
Como te decía, yo no tengo miedo de moverme sola por el mundo, de hecho, disfruto del viaje de otra manera, hago lo que me da la gana en todo momento y eso me gusta mucho, pero es verdad que conviene ser precavida, sobre todo en ciertos destinos que puedan ser más peligrosos para una mujer.
Índice de contenidos del post:
Cómo viajar sola: el vértigo del primer paso
El corazón me latía con fuerza, en una mezcla de emoción y temor. ¿Y si algo salía mal?
Porque realmente yo me lancé a viajar sola por obligación. Tras varios meses compartiendo un viaje de vuelta al mundo con uno de mis amigos, él me comunicó que quería seguir en solitario y, por tanto, no me quedó otro remedio que aceptarlo. Es cierto que había hecho algunos viajes de una o varias semanas en solitario, pero no de meses…
En aquel instante pensé en volverme para casa, en claudicar. También llegaron los cuestionamientos. Todo el mundo me preguntaba lo mismo: ¿y vas a viajar sola? Como si hacerlo fuera sinónimo de peligro o de locura.
Pero luego me dije: Eva, ¿estás loca? Este viaje fue idea TUYA, tú ya ibas a hacerlo antes de que él decidiese unirse, así que no desaproveches la oportunidad.
Porque esto es así: hay oportunidades que solamente pasan una vez en la vida. Y ese viaje era MI SUEÑO.
Así que a pesar del miedo, del vértigo, de la indecisión, seguí adelante, con mi propio viaje, mis propias decisiones y mis propios pasos.
La magia de viajar sola
Ahora puedo decir que viajar sola es una experiencia transformadora. Una vez superados los miedos y la incertidumbre llega esa maravillosa sensación de libertad. La de ir donde te plazca en todo momento, acostarte y levantarte cuando te venga en gana, comer en ese restaurante que tan buena pinta tiene y hablar con el primero que pasa si eso es lo que quieres hacer.
Viajar sola te permite conocerte a ti misma en profundidad y aprender cosas sobre ti que no sabías que estaban ahí e incluso descubrir que eres más fuerte de lo que pensabas.
Llegan nuevos amigos, nuevas propuestas de ruta y, al final, con un poco sociable que seas, no pasas demasiado tiempo sola. De hecho, el último de los 7 meses en los que viajé sola me dije a mí misma: hasta aquí, ya no más nuevos amigos. Llegué a saturarme de conocer gente y contar mi vida veinte mil veces. Así que cambié de mood. Estaba en un hostel pero me iba a una esquina de la sala común a leer o me retiraba a escribir. Porque lo mismo por defecto que por exceso, me surgió esa necesidad.
Mi cuerpo pedía ya calma, tiempo conmigo misma para poner mis ideas en orden, procesar lo vivido y aprendido y, también, para dejar espacio a mi voz interior. Y cuando el cuerpo pide algo, hay que dárselo. Es otra de las maravillas de estar sola: que tú haces lo que quieres en todo momento, no lo olvides. Y esto aplica tanto para meterte el madrugón de tu vida para disfrutar de un amanecer único hasta para unirte de forma improvisada a una festividad local. Porque todo es posible.
También, para quienes sienten que a veces un poco de compañía puede sumar sin restar libertad, existen alternativas como WeRoad, una comunidad de viajeros que propone experiencias grupales pensadas para quienes viajan solas pero desean compartir parte del camino. Sin perder tu independencia ni tu ritmo, puedes unirte a un grupo reducido y explorar destinos como Islandia, Perú o Tailandia, con otros viajeros y viajeras que buscan lo mismo que tú: conexión humana, aventura y autenticidad. A veces, estar sola también puede significar elegir con quién compartir ciertos momentos especiales. Si quieres inspirarte, echa un vistazo a sus destinos para viajar sola.
Viajar sola es…
Maravilloso.
Sin embargo, he recibido toda clase de comentarios: ¿Estás loca? ¡Yo ni de coña! No sé cómo te atreves. ¡Buff, qué valiente! Cualquier día te va a pasar algo y se te van a quitar las ganas de viajar. Andas por ahí sola y ya verás. ¿Pero no te da miedo que te pase algo?
Comentarios que denotan admiración, miedo o incluso envidia. Yo sé que va en mi forma de ser, que me pueden más las ganas de conocer un destino que el hecho de hacerlo en compañía o no.
Viajar sola me ha hecho conocer mejor mis límites y aprender de mis defectos. Me he vuelto más tolerante y abierta. Puedo viajar sin plan, llegar a un sitio cualquiera, sin un lugar para dormir y recorrer las calles en busca de la guesthouse más barata. O todo lo contrario, llegar e irme a un hotel cómodo.
Pero también soy capaz de aguantar paseando por la calle hasta que llegue el bus a las 4 de la madrugada. Me dejo llevar por la improvisación y eso me llena. Es una forma espectacular de vivir una nueva aventura cada día y de estar abierta a cualquier posible oportunidad, cambio, desavenencia o problema que venga. Porque si algo ofrece el hecho de viajar sola es la capacidad de decidir sobre todo en cualquier momento.
Viajar sola te permite ser dueña de tu tiempo y decisiones. Puedes cambiar de planes sobre la marcha, quedarte más tiempo en un lugar que te encanta o partir hacia un destino inesperado. Esa libertad es invaluable.
Consejos para viajar sola
Y ahora, el resumen de todo lo aprendido en mis viajes en solitario (que no en soledad), tanto de muchos meses como en viajes cortos. Son consejos para viajar sola que creo que pueden serte útiles porque a mí me hubiesen sido muy útiles si alguien me los hubiese dado antes de mi primera aventura.
1. Confía en tu intuición
Si un sitio te da mala espina, mejor evítalo. No hay necesidad de forzar situaciones. Yo por ejemplo, evito andar sola de noche (especialmente en ciudades donde pueda ser peligroso). Es una faena, lo sé, y no deberíamos tener que estar pendientes de si nos pasa algo por andar solas de noche, pero mi vida vale más que mi orgullo así que prefiero estar a salvo.
2. Avisa siempre de tu ubicación
Mantén informada a tu familia o a tus amigos de dónde estás. No se trata de pasar revista cada día, pero si estás en un país lejano y te pasa algo estando sola, ellos pueden dar la señal de alarma si pasan días y no saben nada de ti. Además, te digo que ahora que soy madre en toda regla, está bien que tu madre sepa que estás a salvo. Solo eso.
3. Evita compartir que viajas sola
En muchos sitios de Asia me venían chicos y/o señores a rondar. No lo cuento por hacerme la interesante, pero ven a una chica viajando sola y para ellos, en ciertos países, eso es un caramelito, porque su cultura es distinta.
Bien es cierto que hay que respetar las culturas locales (allí donde voy siempre lo hago), pero obviamente, si me piden matrimonio a bordo de un bus (verídico, sucedió en Malasia) evito decir que viajo sola. Si te sientes incómoda, miente. Di que estás esperando a tu marido, a un amigo, o lo que sea. Porque la gente es buena hasta que deja de serlo.
Yo en India tuve a unos tipos pesadísimos persiguiéndome hasta el alojamiento con sus motos y diciéndome que esa noche me recogían y que íbamos todos a ver las estrellas. Y era en plan: ya, las estrellas… Pues por suerte en el alojamiento conocí a un chaval de País Vasco y salí con él a cenar y como allí estaban los moteros, les dije que era mi marido.
Son risas, pero pueden no serlo. Incluso me ponía un anillo rollo alianza de boda. Mejor prevenir siempre.
Ten siempre un plan B en la mochila y un rotundo NO en la boca. Hay sitios en los que, por cultura o religión, te tomarán un poco de coña pero en el momento en el que les miras seriamente y dices en alto NO, se quedan volados a la vez que sorprendidos, pues no tienen costumbre de que una mujer se ponga por encima. Pero también te digo que hay que saber dónde hacerlo y dónde no. China o India, donde se ponen a veces demasiado intentos, son países en los que puedes tener esos NO en la recámara y usarlos sin problema (además de un anillo que te une a tu supuesto marido que viene ahora…).
4. Planifica, pero deja espacio para la improvisación
Es importante tener una idea general de tu itinerario, pero no te aferres a él. Algunas de las mejores experiencias surgen de lo inesperado y eso te lo puedo asegurar. Viando sola he terminado en sitios insólitos maravillosos que nunca hubiese imaginado.
5. Infórmate sobre el destino
Una de las cosas que yo hago habitualmente antes de viajar sola (y que creo que es un consejo útil) es leer sobre el destino y la situación de las mujeres allí. Porque no es lo mismo viajar a Dinamarca que a Marruecos, a Tailandia, a India o a Irán.
Hay países en los que, por desgracia, las mujeres no viven en igualdad de condiciones y/o tienen ciertas imposiciones sociales, religiosas o culturales. Es una decisión personal comportarse de uno u otro modo, pero te recomiendo informarte antes, ya que puede afectar a tu viaje.
Por ejemplo, cuando estuve en Irán sabía con antelación que al aterrizar tendría que cubrirme la cabeza obligatoriamente, que tendría que llevar pantalón y por encima, algo de ropa holgada. Puedes o no estar de acuerdo, pero si no cumples con las obligaciones del país puedes tener problemas con la policía. Ten en cuenta que en ciertos lugares la vida y la palabra de una mujer no vale nada.
También en Irán tenía que ir en el vagón de mujeres en el metro, no podía saludar con dos besos a un hombre en un lugar público…
Por lo tanto, mi consejo para viajar sola: revisa si en el destino al que vas hay códigos de vestimenta obligatorios para mujeres, lee sobre las relaciones hombre-mujer y todo lo que puedas sobre la discriminación hacia el sexo femenino, de modo que, si decides ir, vayas segura y sin arriesgarte a tener problemas.
Mejores destinos para viajar sola
Esto es algo que me han preguntado muchas veces y nunca sé bien qué responder. Podría decirte que el mejor destino para viajar sola es un destino de Europa, donde te sientas «como en casa», y donde todo funcione más o menos igual que aquí.
Pero en realidad todo depende de tus gustos, de tus ganas de aventura, de experimentar cosas nuevas y de descubrir otras culturas.
Creo que, salvando algunos países a los que yo ahora mismo no iría (por ejemplo, Afganistán, donde la represión hacia las mujeres es BRUTAL) creo que cualquier destino es bueno si se va con las precauciones oportunas.
Importante también (seas mujer o seas hombre), llevar un buen seguro de viaje. Yo por ejemplo utilizo el de Chapka, que me da tranquilidad y todas las coberturas que necesito.
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Dónde viajar sola como mujer
Vale, pero tú has llegado aquí y quieres que te dé algunas ideas… Pues vamos allá. Voy a recomendarte algunos países en los que he viajado sola y donde he sentido que, aunque tuviera que moverme con ciertas precauciones, me sentía tranquila siendo mujer viajera.
Y voy a tratar de diversificar para decirte países de diferentes continentes.
1- Indonesia
Creo que la mezcla de culturas hace del país un lugar tranquilo para viajar sola, donde encontrarás un montón de gente de diferentes orígenes y harás piña fácilmente.
2. Malasia
Mi experiencia en Malasia ha sido estupenda. La mezcla cultural y religiosa hacen del país un sitio perfecto para moverse con tranquilidad.
3. Grecia
Es uno de mis países predilectos y donde voy casi cada año. Allí estudié y viví y considero que es un país estupendo para ir sola, porque la gente griega es súper amable. Por cierto, te invito a que leas mi guía de Grecia.
4. Holanda (Países Bajos)
También viví (y trabajé) en Holanda y puedo decir que es un país súper seguro para viajar, donde la gente vive tranquila (y deja vivir).
5. Estados Unidos
Aquí es verdad que depende más de la zona por la que te muevas, ya que Estados Unidos es muy grande, pero yo viví en Los Ángeles, viajé sola por Las Vegas, San Francisco y San Diego y no tuve miedo ni sentí peligro alguno.
6. Chile
Otro de los países en los que he vivido y trabajado y donde creo que viajar sola es fácil y no tendrás problemas. Chile es un país muy abierto lleno de gente linda.
Y así podría seguir: Portugal, Noruega, Finlandia, Polonia, Serbia, Laos, India…

Viajar en grupo: libertad y compañía
La verdad es que aunque yo he viajado mucho sola y también con grupos de amigos, nunca me he aventurado a un viaje grupal organizado. Pero algunas amigas sí y han vuelto encantadas.
Hay algo especial en compartir el viaje con personas que, como tú, no buscan solo hacer turismo, sino conectar, vivir experiencias auténticas y enriquecedoras. Y lo mejor es que no tienes que renunciar a tu espacio ni a tu ritmo: en los grupos reducidos, con un coordinador que acompaña pero no impone, puedes decidir cómo vivir cada momento, con libertad y a tu manera.
Imagínate despertando en una cabaña frente al mar en Filipinas, viendo amanecer en el desierto de Marruecos o probando sabores nuevos en una calle bulliciosa de Bangkok, junto a personas que empezaron siendo desconocidas y terminaron siendo parte de tu historia. Porque eso también es viajar: compartir, descubrir y dejarse sorprender.
¿Estás lista para dar el primer paso?
Desde 2012 escribo este blog de viajes que se basa en mis propias experiencias. Aunque he viajado por medio mundo, hay destinos con los que estoy casi obsesionada y en los que prácticamente he centrado este blog: Galicia (mi tierra natal), Polinesia, Grecia, Argentina, Namibia y Chile. Hablo de estos lugares con conocimiento profundo y rigor, mostrándolos siempre desde la realidad sin edulcorar y el respeto.
Aunque soy Ingeniera Superior de Telecomunicaciones, no ejerzo desde 2018, momento en el que centré mi trabajo en la escritura de viajes. Soy una persona con muchas inquietudes, por lo que además de escribir este blog, también lo he hecho para revistas como Condé Nast Traveler o el blog de IATI Seguros. En estos años he participado con una sección de viajes en Quen Anda Aí de la Televisión de Galicia y como ponente en diversos eventos, como la V edición de Fairway, el Foro del Camino de Santiago.
En 2020 fui finalista a Mejor Blog Revelación en los Premios IATI y me han entrevistado en múltiples ocasiones, como en este reportaje de mujeres viajeras de El Diario o este otro de La Voz de Galicia que se centra en mi viaje de vuelta al mundo.
Aquí puedes leer más sobre mí, así como consultar mi portfolio y mi media kit.